EDUCAR CON CULTURA DE PAZ

ES CREAR GENERACIONES PLENAS

Guías de acción concretas para la intervención de los padres y los maestros sea eficiente y eficaz para prevenir tendencias de bullyng y de violencia intrafamiliar en conductas destructivas. Uno de los aspectos más peligrosos de nuestra cultura nacional es la falta de prevención

Hoy más que nunca, es indispensable trabajar anticipadamente para que nuestros hijos sepan enfrentar los peligros de una sociedad decadente en valores, marcada por una economía en la que las drogas y el narcotráfico son uno de los pilares más fuertes.

No solo las drogas son una amenaza para nuestros hijos, lo son la depresión, la falta de sentido en la vida, la violencia aprendida en el hogar y en el entorno escolar. Los jóvenes tienen mayor información sobre sexualidad y sin embargo, se ven involucrados en prácticas sexuales de alto riesgo.

La pobreza y la falta de empleo como fuente inagotable de frustración y resentimiento social se ha convertido en una realidad más generalizada.

La grave e inexcusable circunstancia del maltrato y la violencia dentro de la familia, que se ha instalado en el centro de nuestra cotidianidad, con un nivel de impacto social muy destructivo, generador inagotable de violencia.

La familia es la célula social fundamental, y es precisamente el conglomerado de familias, el cuerpo social, el que contendrá necesariamente las características, cualidades y defectos que el grupo familiar tenga.

Una sociedad es tan saludable, fuerte, inteligente, productiva y capaz, como sus partes el esfuerzo desarrollado en pos del mejoramiento y superación del grupo familiar será acertado y coadyuvará a resolver parte de la problemática.

Podemos evitar conductas destructivas en nuestros hijos en un futuro es ayudándoles a prevenirlas en el presente, y para lograr tal objetivo necesitamos adquirir conocimientos, tomar decisiones oportunas y llevar a cabo acciones efectivas dentro de la familia y las escuelas.

La importancia de la disciplina, de la responsabilidad, de los valores, del respeto a las normas y, muy especialmente, del afecto, serán las herramientas esencial para el logro de que la calidad de las relaciones intrafamiliares permitan adoptar medidas necesarias para crear solidas generaciones y mantener juventudes exitosas.